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martes, 21 de junio de 2011

Antropofagia fatal

El Síndrome Kuru es una de las enfermedades más extrañas de las que se tenga registro, la cual se caracteriza porque quien la padece presenta repentinos ataques de risa descontrolada e incontenible, estrabismo, demencia repentina, anormalidades neurolólogicas y ocasiona hasta la muerte.
En 1976 una tribu de Nueva Guinea se encontraba padeciendo este mal, hasta que el médico Carleton Gajdusek les sugirió a sus miembros que abandonaran la costumbre de comerse a sus familiares difuntos, tradición que seguían con el supuesto objetivo de incrementar la propia sabiduría. Al principio los miembros de la tribu se negaron a hacerlo pero posteriormente se convencieron y el índice de casos disminuyó inmediatamente. 

  El Síndrome Kuru es una neuropatía que empeora lentamente y se debe a una proteína infecciosa, llamada prión, que se encuentra en el tejido cerebral humano contaminado. El Kuru se presenta entre personas de Nueva Guinea, quienes practicaban una forma de canibalismo en la cual se comían los cerebros de las personas muertas como parte del ritual funerario. Esta práctica cesó en 1960, pero se reportaron varios casos de Kuru durante muchos años después debido a que la enfermedad tiene un largo periodo de incubación.
Es horroroso saber que quienes practicaban estos rituales siempre preferían comerse los restos de la víctimas del Kuru debido al sabor exquisito de su carne, parecida al cerdo por su grasa y de esta manera se infectaban con el prión. Y como las mueres eran las señaladas para preparalas, eran ellas las de mayor incidencia en la infección ya que es sabido que se transmite no solo por medio de la ingecta sino también por medio de todo contacto con los fluidos biológicos del afectado. Es debido a esto que el prion es considerado un nuevo agente infeccioso. 

  El Kuru produce cambios en el sistema nervioso y en el cerebro parecidos a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Enfermedades similares aparecen en las vacas como la encefalopatía espongiforme bovina, también llamada la enfermedad de las vacas locas, esto se dió en esta especie de animales debido a que los granjeros habían cambiado la dieta de los bobinos alimentándolos con un preprarado balanceado hecho de las visceras de otros animales y hasta de otras vacas que contenían partes de cerebros. Y prescisamente el principal factor de riesgo para el desarrollo del Kuru es el consumo de tejido cerebral humano, el cual puede contener partículas infecciosas, por eso devino en una enfermedad de características similares al "Sindrome de la vaca loca"
  El tiempo promedio desde la exposición hasta los síntomas (periodo de incubación) es de 10 a 13 años, pero se ha informado de periodos de incubación de 30 años o más. Un examen neurológico puede mostrar cambios en la coordinación y en la capacidad de caminar. No existe un tratamiento conocido para el Kuru y la muerte generalmente ocurre dentro del primer año después de que presentan los síntomas.

Como el prión es practicamnte indestructible no es posible destruirlo con:

  • Fuego
  • Esterilización a calor seco: todas las temperaturas son inútiles.
  • Alcohol a 96%.
  • Formol a cualquier dilución.
  • Rayos ultravioleta. El HIV se inactiva a 165 joules/m2. 42.000 joules/m2 sólo desactivan el 37% de las moléculas priónicas.
  • Radiaciones ionizantes: para inactivar el 37% de los priones se necesitan 10.000 gray.
  • Oxiacetileno.
  • Aldehídos como el glutaraldehído.
  • Batapropiolactona.
  • Rayos gamma.
  • Ebullición.
  • Inmersión en formalina.

Por eso la OMS ha establecido con protocolo donde expone cuales son los medios para esterilizar los objetos y personas que tuvieron contacto con él:
Sumergirlo en una solución de urea 8 molar durante una hora.

Solución de sulfododecilsulfato al 10% durante 10 minutos a 80°C.

Solución acuosa de fenol al 90%.

Hidróxido de sodio 1 normal: 40 g por litro durante media hora a 20°C.

Agua lavandina: hipoclorito de sodio con contenido no inferior al 2% de cloro activo durante 1 hora.

Esterilización por calor húmedo a 134°C durante 20 minutos.
desgraciadamente muchos de los ganaderos en Europa al saber que sus vacas estaban infectadas las sacrificaron y quemaron diseminando las partículas infecciosas por propiedades aledañas y dejando los restos de las reses faenadas en la tierra, y está comprobado que el prion puede seguir subsistiendo en la naturaleza y propagarse de esta forma a los demás animlaes cuando ingieran el pasto u otros seres vivos que tomen contacto con la tierra.

¿Existen enfermedades así en la Argentina?
La Argentina no tenía un solo caso reportado de vaca loca ni de tembleque de la oveja cuando se desató la enfermedad, y por lo tanto todas las medidas fueron destinadas a impedir el ingreso de priones al territorio nacional. Argentina prohibió de inmediato (1990) la importación de semen, óvulos y embriones, así como de productos bovinos, ovinos y caprinos, del Reino Unido de Gran Bretaña hacia la Argentina (Resolución 429/90 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca). Esta norma continúa en vigencia. Se instauró el análisis permanente de los factores de riesgo de priones. La Argentina estaba libre de ellos, por lo que el único factor de riesgo era la importación desde Inglaterra o países infectados.
En 1995, por Resolución 252/95 del SENASA, la Argentina prohibió el uso de carnes y huesos de oveja para alimentación de rumiantes (algo que a ningún ganadero argentino se le ocurriría ni en sus más perversas pesadillas). Igualmente, ahora está prohibido.
Marcelo Dos Santos afirma "Con dolor y vergüenza, debo reconocer que no todo el territorio argentino está libre de EEB. Las Islas Malvinas, pertenecientes a la Argentina y usurpadas por Gran Bretaña en el siglo XIX, tienen una de las mayores prevalencias mundiales de Mal de la Vaca Loca, en razón de haber recibido exportaciones de carne y ganado en pie desde Inglaterra".