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lunes, 20 de junio de 2011
Princesas desgraciadas
Hija de un noble importante de Francia, Isabel de Angulema tenía 12 años cuando la estaban por casar con un hombre bastante mayor pero muy rico de ese país. Hugo de Lusignan, su prometido, había resuelto una boda fastuosa y tomado como padrino a nada menos que un príncipe inglés, Juan I de Inglaterra, hermano del rey Ricardo Corazón de León por tener éste tierras en aquellos lugares. Decisión que después lo llevaría al arrepentimiento porque en el día de la Boda cuando Juan tenía que entregar a Isabelita decidió robársela para él. Sabe Dios, sus motivos para haber deshauciado al novio de esa manera, puede ser que la chica haya sido muy bonita y que Juan conocido por su lujuria dió rienda suelta a sus perversiones y prepotencia.
Hugo lo quiso matár para salvar su honor ofendido como era de esperar pero fue detenido no obstante le hizo la guerra y Juan perdió sus tierras en Francia, de allí que se le conoció con el nombre de "Juan sin tierra", el que pasó a la historia. Los franceses también para burlarse de él, lo solían llamar "espada suave" en alusión a esa circunstancia en que perdió sus propiedades y encima no quiso salir a pelear por ellas. Sea como fuere, Juan habiendo perdido todas sus tierras, no quiso devolver a "la Isabel". Así que la hizo su "princesa" (aunque para esto la haya robado) y se la llevó a Inglaterra, donde tuvo cinco hijos.
Cuando Isabel tenía unos 26 años, Juan, que se había convertido en Rey de Inglaterra después de heredar el trono de su hermano, fallece. Sin embargo Isabel corre a Francia, abandonando a sus cinco hijos a la corona de Inglaterra. De seguro, no había perdido las esperanzas de volver con su antiguo prometido, y aunque lo encuentra casado, lo espera por unos años más. A los tres años, muere la esposa de Hugo, pues la gente se moría de cualquier cosa en aquellos tiempos en especial las mujeres por complicaciones del parto. Isabel entonces ve su oportunidad de concretar lo que hace años atrás no pudo por haber sido secuestrada por Juan y se casa con Hugo. Con él tendrá nada menos que nueve hijos más.
Definitivamente Hugo fue el amor de su vida, habría que haber visto como era este hombre. En 1242, enviuda nuevamente, a los 53 años. Solo le sobrevive unos años más a su esposo y muere el 31 de mayo de 1246.
Aelis, la princesa convertida en amante.
Juan, sin tierra, no fue el único de los personajes peculiares del trono inglés, a saber parece haber tomado el ejemplo descarriado de su padre, el rey Enrique II Plantagenet de Inglaterra.
Como el rey Luis VII de Francia hizo acuerdos con la corona británica, en 1069 compromete a su pequeña hija Aelis, de su segundo matrimonio, con el príncipe heredero, Ricardo "Corazón de León". Aelis tendría unos 8 o 9 años cuando la enviaron a Inglaterra para ser criada como la futura reina de los ingleses y tomar posesión de sus títulos honorarios. Hasta ahí todo iba bien, parece ser que Luis VII se fió mucho de la palabra de los ingleses y de que su antigua esposa y madre de una buena parte de sus hijos, Leonor de Aquitania, criaría bien a la nena (Luis había estado casado con Leonor pero un día se le ocurrió anular su matrimonio alegando parentesco y Leonor, que era mas rica que Luis inclusive, no perdió tiempo y se casó con el joven Enrique, rey de Inglaterra luego). Pero esto no fue así, el esposo de Leonor, el rey Enrique, era tremendo, se había casado con ella a los 19 años y su boda estaba arreglada como lo eran los matrimonios de esa época. Leonor era mucho mayor con respecto a Enrique. Al no unirlos el amor sino la conveniencia, Enrique tenía amantes e hijos con estas. Como se sentía joven todavía, Enrique se consideraba libre para hacer lo que él quisiera, y cuando posó su ojos sobre la jovencísima Aelis que vivía en su corte, no dudó en hacerla su amante. Tuvo la conducta propia de un pervertido sexual, y vale la pena recordar que su mujer Leonor que se había prometido a criar a la nena, no pitó ni un comino, cuando vió que Enrique se puso a violar a la prometida de su hijo (no eran tan tontos como para sospechar que nada pasaba cuando Enrique pedía tener intimidad con Aelis).
Leonor estaba sumida en sus ambiciones, y Enrique cada vez que el padre de Aelis pedía que se celebrase la boda de su hija, él la retrasaba más y más hasta que después anuló el compromiso de su hijo y quiso anular su matrimonio con Leonor para casarse con la pobre criatura. El mismo Papa lo quiso excomulgar porque no quería cumplir su palabra de casar a la chica con su hijo. Al final de años de vivir con este abusador, Aelis tuvo un hijo de él, pero era ilegítimo y que falleció a los días de nacer. Parece ser que su padre, el rey Luis VII no estaba informado de lo que le pasaba a su pobre hija en la corte inglesa y no suponía nada de lo contrario se hubiese producido una guerra para vengar el honor de su niña.
Enrique muere en 1189 y ninguno de sus hijos fue al funeral, salvo uno ilegítimo que era sacerdote, porque sabían que era demasiado maldito y pervertido. Aelis tiene como unos 18 años y está abandonada a su suerte entre los ingleses. Ricardo, el nuevo rey como sabía de la historia y del deshonor de esta desdichada joven, no se quiere casar con ella y en un acto de bondad devuelve a esta desgraciada a su familia. Para ese entonces, el padre de Aelis, ya había muerto y su hermano Felipe Augusto estaba en el trono y quedó molesto por la devolución de Aelis, en especial con Ricardo, de quien se sintó como insultado por no haberse querido casar con su hermana. Su hermano intenta casarla entonces con el príncipe Juan, el que sería después rey, pero como éste era otro atorrante y pedófilo, no quiere saber nada con la que fue amante de su padre a la fuerza. Creo que Felipe Augusto tampoco conocía muy bien lo que era esa familia que tenía cada figurita como miembro, y por sino sabían Ricardo "Corazón de León" estaba acusado de varias violaciones, aunque no sabemos si solo hizo eso a mujeres ya que se rumoreaba que era homosexual (luego de haber participado en las cruzadas y visto como actuaba Ricardo,las madres árabes, amenazaban a sus hijos con el Rey cuando los niños se portaban mal, vaya uno a saber porqué...)
Finalmente, termina casando a Aelis con un conde de Talvas al cual le llena de regalos para que la acepte. Era muy dificil que una muchacha que hubiera sido violada fuera aceptada como esposa en esos días. Si bien, los nobles eran de anular sus matrimonios para volver a casarse, o se desposaban con separadas o viudas, nadie quería a las deshonradas.
Aelis tiene unos tres hijos más con su marido y muere alrededor de los 50 años de edad. No sé si su esposo la terminó amando de verdad.
Con respecto a la tragedia infantil de Aelis en la corte inglesa, ya de grande ésta denuncia al Papa lo que le había pasado con el Rey y del hijo que tuvo con él. El Papa se quedó con repulsión en torno a los Plantagenet por el resto de su vida, también sabía de la conducta del resto de la familia real.
Hoy en día nos quedamos helados al conocer noticias sobre abusos sexuales a menores aquí y allá creyendo que se trata de una desviación de estos tiempos que corren, se multiplican los casos de los "chacales", "violadores seriales" y suponemos que tales degeneramientos solo corresponden a las clases bajas, y sin embargo el abuso infantil cosechó desde el Medioevo muchos adeptos inclusive entre reyes. De estas historias se tienen registros, qué diriamos de aquellas que se perdieron en los siglos o de personas anónimas.
La princesa de los vikingos.
Felipe Augusto, el hermano de Aelis, también le arreglaron un matrimonio con una princesa a la cual, él quiso devolver luego de la noche de bodas. La chica en cuestion, era Isambur de Dinamarca, un reino no muy poderoso de la época, no hacía mucho tiempo, había sido tierra de jefes vikingos que guerreaban entre sí.
No se sabe porque a Felipe le concertaron la boda con la princesa vikinga, el rey estaba viudo, probablemente, porque Isambur era realmente un verdadero bellezon (imaginense lo que aún hoy en día son muchas mujeres nórdicas). Isambur no escapa al típico prototipo de escandinava: rubia angelical, de ojos claros, bien dotada, y encima jovencísima. Dicen que Felipe cuando la conoció estaba encantado con ella, pero claro luego de la noche de bodas cambió de opinion. En la historia no quedan explicaciones sobre cúal fue el verdadero motivo del rechazo de Felipe a la despampanante Isambur. Pudo ser que ella tuviera una deformidad oculta de la que se dió cuenta el Rey en su noche de bodas, pero lo que todos suponen es que Isambur no era virgen, nuevamente hay que señalar que nadie quería a las jovenes caídas en desgracia, se las consideraba como mujeres de mala vida aunque no haya sido su culpa esa situación.
El rey primero quiso anular su matrimonio diciendo que no tuvo nunca relaciones con su reina pero Isambur lo negó y el Papa le creyó. Como no podía devolverla, Felipe decidió encerrar aquí y allá a la bella Isambur, hasta que atormentado porque no tenía herederos asegurados para el trono decidió volver a casarse con Inés de Meran convirtiéndose en bígamo, pero el Papa le rechazó ese matrimonio y puso severas sanciones religosas para toda Francia mientras el rey continuara con su capricho.
Así que Felipe debió ceder y retornó con Isambur, a pesar de todo se negó a tener que tocarla por lo que Isambur por más bella que era, nunca tuvo descendencia. Tampoco la consagró reina, siempre la tenía confinada como para que nadie la viera.
La danesa acabó sus días recluida en Orleans en 1236 varios años después de la muerte de su esposo. Ella siempre se consideró reina aunque Felipe la desdeñaba.
Isabel de Austria, la princesa triste.
Juana, la loca y Felipe, el hermoso tuvieron varios hijos, entre los cuales estaba la princesa Isabel. Luego de la muerte de su padre y la locura de su madre, su abuelo el emperador Maximiliano I, casa a la princesita de solo 14 años con el heredero al trono de Dinamarca, Cristian II. Vaya elección la del abuelo de Isabel (se ve que ese nombre era muy popular entre la realeza), pues Cristian resultó ser un muy mal marido. No obstante, Isabel lo soportó pues a su familia le convenía tal alianza. Resulta que Cristian tuvo amantes y amantes, era un hombre feroz.
Cierto día conoció a una muchacha holandesa llamada Dyveke Willums, de la que cuentan que tenía una agradable apariencia y la hizo su concubina. Esta mujer era de origen humilde, aunque su madre se terminó incluyendo en la política del país e inclusive tomaba desiciones. Tenía tan atado a Cristian que ya era rey, que se sospechaba que recurría a la brujería para ello, hechizandolo por medio de su hija.
La pobre Isabel, que había sido una princesa elogiada por tener a los reyes católicos como abuelos maternos y a un emperador como abuelo paterno, se vió profundamente humillada con esta afrenta, ya que su esposo andaba a la vista de todos con su amante.
Esto no impidió que Isabel tuviera hijos del rey, muchos de los cuales fallecieron tempranamente, producto tal vez del contagio de enfermedades de su padre que era muy promiscuo.
De repente la amante principal del rey, Dyveke, muere convenientemente y Cristian se queda molesto con el abuelo de Isabel puesto que lo acusa de haberla envenenado. Y era verdad que a Maximiliano, el emperador, no le agradaba mucho la intromisión de esas mujeres en sus intereses políticos.
Cristian, no dejó de portarse mal con su reina, pero esta lo amaba sinceramente, y sus súbitos la querían mucho al ser muy gentil con ellos. Debido al mal accionar de Cristian quien era un tirano, terminan pediendo el dominio en el reino e Isabel y familia son expulsados del país. Isabel muere antes de los 30 años fuera de su patria adoptiva en 1526.
Isabel de Jerusalén, una princesa franca.
Heredera de importantes propiedades en Medio Oriente, Isabella o Isabel de Jerusalén era nieta del emperador de Bizancio, Manuel Conmemo I y descendiente de los primeros reyes cruzados. Como toda princesa franca, tenía una combinación del porte de los europeos con el exotismo de los orientales que la hicieron dueña de una belleza perturbadora desde temprano.
En 1183, cuando Isabel tenía 11 años la casaron con Hunfredo IV de Torón de 17. Fueron una parejita entrañable, Isabella era muy bonita, extremadamente diría yo según las descripciones de la época, parecía ser más grande que su edad original, muy precoz en su físico. Los suegros de la jovencita estaban encantados.
Hunfredo por su lado, también era tan pero tan precioso que ya no parecía un joven, su belleza más que nada era femenina. Los hombres decían que una hermosa muchacha y que la naturaleza se equivocó al hacer nacerlo varon. Tenía muy buena apariencia. A la princesa Isabel le alagaba mucho la elección como esposo de tan delicado joven quien además era muy dulce y afectuoso con ella.
Sin embargo, a pesar de que se encontraba enamorada de su esposo y que este le tenía un entrañable cariño, nunca consumaron su matrimonio durante los siete años que duró puede ser porque eran muy jóvenes o por la presunta homosexualidad de Hunfredo, ya que era considerado muy afeminado.
La madre de María tenía intereses políticos sobre su hija al quedar vacante el trono de Jerusalén con la muerte del rey leproso Balduino IV, el medio hermano de Isabel. Así que la obligó a divorciarse de su esposo a pesar de que Isabel le tenía mucho cariño pues lo consideraba casi un hermano. El matrimonio se anuló especialmente porque no se consumó nunca, Hunfredo no era apto para ser un rey: corrían rumores de que era un sodomita, que cada día estaba más afeminado y que tenía "una amistad sospechosa" con algunos de sus caballeros, los más bonitos de ellos. Y con tales noticias era poco probable que dejara un heredero para el trono.
También se alegaba que Isabel era muy joven cuando se casó y según María, su medio hermano, el rey Balduino había presionado a la chiquilla a contraer matrimonio siendo menor de edad. Luego la princesa fue obligada a casarse con Conrado de Monferrato, 25 años mayor que ella, quien en su juventud fue un hombre muy apuesto pero ahora muy rudo y tosco por ser un guerrero en contraste con el cortes y dulce de Hunfredo. En 1192, Isabel y Conrado se convirtieron en reyes de Jerusalén.
Isabel se embarazó de Conrado, aunque éste murió antes de que naciera su hijo ya que fue muerto intespestivamente por asesinos contratados. Algunos acusaron a los ingleses de esta muerte porque se oponían a Conrado como rey de Jerusalén y que contaban para esto con el apoyo del antiguo esposo de Isabel, Hunfredo IV de Torón, despechado por haber perdido a su esposa.
Isabel viuda, fue casada nuevamente con Enrique II de Champaña con quien tuvo otros dos hijos mas (a ella la casaban y divorciaban cuando querían y con quién querían y sus maridos siempre la dominaban). Durante este matrimonio se volvió a decidir que su matrimonio con Hunfredo no había sido nulo, sin embargo, esto llegó muy tarde porque él ya había muerto en una pelea. Al "enviudar" Isabel de Hunfredo, se la hizo casar nuevamente con Alamarico II de Jerusalén en 1197, en el mismo año muere su esposo Enrique.
Con Alamarico tiene unos tres hijos más, pero éste muere, e Isabel también fallece al poco tiempo alrededor de los 34 años.
En poco más de 30 años de vida, Isabel, la princesa, se convirtió en reina, la casaron 4 veces y la divorciaron otras tantas y tuvo al menos seis hijos con la mayoría de sus maridos menos con su primer esposo, por razones obvias.